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La Armada mexicana ha puesto en marcha un nuevo enfoque para mantener la paz en la conflictiva ciudad de Veracruz. Este cuerpo ha incorporado recientemente el Programa de Educación para la Paz (PEP) dentro de su preparación habitual y se ha ofrecido a 240 personas, entre ellas infantes de marina, oficiales de policía y policía militar.
Veracruz está situada en el Golfo de México, y es uno de los puertos y centros económicos más importantes del país. Desgraciadamente su situación geográfica también ha hecho que sea uno de los centros más importantes del tráfico de drogas. Estos últimos años ha sido la ciudad con más problemas de violencia y crímenes.
Dado que muchas de las autoridades locales estaban afectadas por la corrupción, el gobierno federal envió a la Armada para que ayudase a restablecer el orden. Su planteamiento ha sido global: no solamente detener a los criminales, sino también tratar de ocuparse de los problemas sociales que son la primera causa de la delincuencia. Por ejemplo, están ayudando a los adictos a incorporarse a centros de rehabilitación y proveer ayuda y refugio a personas sin empleo o sin techo.
Y, al mismo tiempo, han hecho del tema algo personal, buscando la forma de predicar con el ejemplo y vivir ellos también vidas pacíficas.
«Quienes están a cargo de la prevención del crimen deben ser un ejemplo. Deben tener esa paz personal, que es el primer paso en esta tarea». Dice el capitán Antonio Morales, que está a cargo de la Policía Naval de Veracruz. «No todo se puede resolver con armas, ni con más agentes, vehículos blindados o violencia. Hay otras soluciones y comparto este modo de pensar con el Programa de Educación para la paz».
En primer lugar, él y un pequeño grupo de oficiales participaron en el curso del PEP. Les pareció inspirador y apropiado y se prepararon para ser coordinadores y comenzar a ofrecer el curso en la base. El resultado ha sido impresionante, nos dice.
«Los resultados han sido excelentes, la gente está impresionada. Han encontrado formas de cambiar su autoestima, su salud, su comportamiento… eso les hará mejores». Y añade: «Si son mejores personas, serán mejores agentes y si tenemos mejores agentes en la calle, eso se traduce en más seguridad en la comunidad y por lo tanto en algo muy positivo».
Los planes son continuar ofreciendo el programa en la base, pero Morales quiere hacerlo llegar también a organismos civiles como el Departamento de Educación, facilitando así el acceso a más personas en Veracruz y otras áreas.
«Creo que esos departamentos, unidos a la policía, podrían expandir ampliamente el programa y obtener así resultados muy buenos. Mi esperanza es que en un futuro próximo mi país esté inundado con el PEP; ese en mi sueño y quisiera lograrlo», afirmó Morales.
Agradece mucho los esfuerzos de los voluntarios y patrocinadores de la Fundación Prem Rawat, que consiguen que el PEP esté disponible gratuitamente tanto en México como en el resto del mundo.
«Muchas gracias por la enorme y desinteresada labor que estáis haciendo. Os lo agradezco fraternalmente, con todas mis fuerzas y todo mi corazón. Gracias a todos los que apoyáis esa Fundación».
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